Tenemos suerte. El mundo de las nuevas tecnologías ha llegado a nuestros hogares para ofrecernos un gran abanico de posibilidades a la hora de diseñar nuestro plan de marketing. Internet nos ofrece un campo infinito para comercializar nuestros productos, a los que podemos acceder en cualquier momento mediante nuestro smartphone, mientras nos tomamos un café o nos desplazamos en transporte público. Esto nos permite sacar toda la información de nuestro bolsillo y empezar a consumirla en cualquier momento.
No obstante, este aumento de facilidades y posibilidades nos enseña, también, su cara más negativa: La competitividad. Muchas empresas compiten en contenido, en diseño, en la rapidez de publicación. Esto lleva a muchos empresarios a preguntarse que características necesita el material publicado para impactar lo máximo posible. Para beneficio de todos ellos, existen respuestas a estas cuestiones. Las tiene el neuromarketing.
El neuromarketing, una nueva ciencia en auge
El neuromarketing nos permite saber que características debe tener la información para poder generar determinadas conductas. Por ejemplo, nos explica los mecanismos cerebrales implicados en las compras. ¿Qué nos impulsa a elegir aquello que terminamos adquiriendo? ¿Por qué en ocasiones compramos cosas que no necesitamos? Todas estas respuestas son muy útiles para el marketing, pues permite generar nuevas ideas que impulsen nuestro negocio, encaminadas en conseguir los objetivos de cualquier empresario.
Uno de los principales descubrimientos que nos ha brindado esta nueva ciencia es que las emociones tienen un papel clave en nuestras compras. Compramos aquello que nos genere emociones más positivas, que nos haga sentir bien. En muchas ocasiones, el canal emocional gana al canal racional, por lo que son muchos los objetos que adquirimos sin necesitarlo, simplemente porque nos producen buenas sensaciones.
El material audiovisual como potente generador de emociones
El material audiovisual tiene un gran impacto sobre nuestras emociones. A través de las fotografías y/o vídeos, la información accede a nuestro cerebro de manera mucho más rápida y completa. Este tipo de material escenifica con mucha facilidad los objetivos que conseguimos al poseer un determinado producto. Además, con la incorporación de determinados sonidos, nuestras emociones pueden moldearse de manera totalmente efectiva. Es por ello que muchos anuncios usan mensajes emocionales y/o música de acompañamiento.
Por ello, el material audiovisual puede conseguir un mayor efecto emocional en nuestro cerebro, lo que alimenta al neuromarketing. Esto, a su vez, genera mayores opciones a incluir en el plan de marketing, lo que supone una retroalimentación bidireccional. Las emociones determinan nuestros procesos de compra, y estos nos predisponen a seguir comprando. Por ello resulta imprescindible contar con material audiovisual creado especialmente para conseguir estos efectos. Gray Lab nos ofrece la oportunidad de conseguir estos efectos y beneficiarnos de ellos.
